La Vida y Muerte de Louis Armstrong

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¿Te imaginas una vida llena de música, desde las calles polvorientas de Nueva Orleans hasta los escenarios más prestigiosos del mundo? Esa es la historia de Louis Armstrong, un gigante del jazz cuya influencia se extiende hasta nuestros días. Su música, llena de alegría y melancolía, nos ha tocado a todos de alguna manera.

Su historia, una mezcla de pobreza, talento innato y perseverancia, es una fuente inagotable de inspiración. Este documental nos invita a explorar la vida y obra de un artista que trascendió las barreras raciales y culturales, dejando una marca imborrable en la historia de la música. Prepárate para un viaje fascinante a través de la vida de uno de los más grandes músicos de todos los tiempos.

Una Infancia Difícil en Nueva Orleans

La vida de Armstrong comenzó en medio de la pobreza y la adversidad en Nueva Orleans. Su fecha de nacimiento es un enigma, registrado como 1901, aunque él mismo afirmaba haber nacido el 4 de julio de 1900. Esta discrepancia, quizás un intento de acceder a oportunidades musicales o simplemente una coincidencia con el Día de la Independencia, añade un toque de misterio a su ya fascinante historia. El abandono de su padre y la necesidad de su madre de trabajar en la prostitución marcaron profundamente sus primeros años.

A pesar de este contexto difícil, la figura de su abuela Josephine fue fundamental. Ella le brindó amor y apoyo incondicional. Pero la influencia no se limitó a su familia biológica. La familia Carnotsky, una familia judía lituana, jugó un papel crucial en su desarrollo. Les ofrecieron refugio, comida y un ambiente afectuoso, inculcándole melodías irlandesas que luego se filtrarían en su música. Armstrong, quien siempre llevó consigo una estrella de David, recordaba con cariño las melodías irlandesas que aprendió de esta familia. Estos detalles nos revelan la riqueza de sus experiencias y la complejidad de sus influencias.

La influencia de la familia Carnotsky en su formación musical es un aspecto crucial, a menudo pasado por alto. No solo le proporcionaron estabilidad y un hogar, sino que también le abrieron las puertas a un mundo musical más amplio, más allá de las limitaciones de su entorno. Este apoyo fundamental le permitió cultivar su talento y sentó las bases para su futura carrera. Se puede argumentar que sin la ayuda de esta familia, el curso de su vida y su contribución a la música podrían haber sido muy diferentes.

El Descubrimiento del Talento y los Primeros Años Musicales

La historia de Louis Armstrong no es solo una narrativa de éxito musical, sino también una historia de superación personal. Su juventud estuvo marcada por problemas con la ley, lo que lo llevó a ser internado en el Colored Waifs Home, un correccional para niños afroamericanos. Irónicamente, fue en este lugar donde su talento musical comenzó a florecer.

Allí, tuvo acceso a instrumentos y clases de música. La corneta se convirtió en su instrumento predilecto, y su habilidad innata comenzó a llamar la atención de los demás. En este ambiente desafiante, conoció a Peter Davis, su profesor de música, con quien años más tarde colaboraría. Esta experiencia, aunque adversa, fue un punto de inflexión en su vida. La disciplina impuesta en el correccional, junto con la orientación musical de Davis, forjó el carácter y la determinación que lo caracterizarían en su carrera.

A los 13 años, ya en libertad, Armstrong se dedicó por completo a la música. Su pasión y talento lo llevaron a aprender a tocar varios instrumentos, incluyendo la trompeta, bajo la tutela del reconocido músico Joe King Oliver. Fue en este período que comenzó a desarrollar su estilo único e innovador, sentando las bases para su futuro como uno de los más grandes músicos de jazz de la historia. Su dedicación incansable y su talento excepcional le permitieron superar las dificultades de su entorno y construir una carrera musical excepcional.

Ascenso al Éxito y Experiencias Musicales

El debut profesional de Armstrong llegó en 1917 con la banda de Kid Ory, marcando el inicio de una larga y brillante trayectoria. Posteriormente, trabajó con Fate Marable en barcos de vapor del Mississippi, donde conoció a su primera esposa, Daisy Parker. En 1922, se mudó a Chicago para unirse a la Creole Jazz Band de King Oliver, una de las bandas de swing más influyentes de la época.

Su paso por la banda de King Oliver fue crucial para su desarrollo musical. En 1923, debutó con la banda en OKeh Records, destacando con sus solos de trompeta y su innovadora técnica de scat, que se convertiría en su sello distintivo. En 1924, dejó la banda de Oliver, animado por su segunda esposa, Lilian Hardin, para seguir su carrera en solitario. Esta decisión, aunque arriesgada, demostró ser fundamental para su crecimiento como artista independiente.

Tras un breve paso con Ollie Powers, se mudó a Nueva York y fue contratado por Fletcher Henderson, una figura clave en la historia del jazz. Bajo su tutela, Armstrong aprendió a leer música, lo que refinó aún más su técnica y le permitió colaborar con artistas de la talla de Bessie Smith. Esta etapa significó un salto cualitativo en su formación musical, consolidando su posición como una figura destacada en la escena del jazz. La perseverancia y la búsqueda constante de la excelencia fueron claves en su éxito.

Los Años de Éxito y Reconocimiento Internacional

La década de 1930 marcó un punto de inflexión en la carrera de Armstrong. A pesar de la Gran Depresión, que afectó a la industria musical, continuó su ascenso al éxito. Realizó giras internacionales por Europa y Escandinavia, llevando su música a nuevas audiencias. Incluso desafió el protocolo real británico al dirigirse al Rey Jorge V durante una actuación, demostrando su carisma y su confianza en sí mismo.

En esta década, también enfrentó dificultades personales. Fue arrestado por consumo de marihuana, una sustancia que defendía, argumentando que le ayudaba a lidiar con las dificultades de ser un hombre negro en esa época. Su aparición en la película Pennies from Heaven (1936) fue un hito, convirtiéndolo en el primer afroamericano en una película de Hollywood. Este hecho, además de su talento musical, contribuyó a su creciente reconocimiento internacional.

Las décadas de 1940 y 1950 trajeron aún más éxitos en cine y música. Realizó giras mundiales, consolidando su estatus como una superestrella del jazz. Lanzó álbumes clásicos como Louis Armstrong Plays W.C. Handy (1954), que consolidaron su posición como una figura icónica en el panorama musical. El sencillo What a Wonderful World (1967), aunque no fue un éxito inmediato, se convertiría con el tiempo en uno de sus temas más conocidos y queridos a nivel mundial.

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Un Viaje a Argentina y los Años Finales

En 1957, Armstrong visitó Argentina, donde fue recibido con gran entusiasmo por el público. Su llegada al aeropuerto, su estadía en el Hotel Plaza, su generosidad con un grupo de niños afroamericanos y su encuentro con el bandoneonista Aníbal Troilo son anécdotas que ilustran la calidez y la generosidad del artista.

Una anécdota particularmente memorable relata su encuentro con Jorge Negro González, un músico argentino, y cómo, gracias a la amistad de González con el baterista de Armstrong, tuvo la oportunidad de tocar con él en el escenario. Compartieron una comida en casa de la familia de González, donde incluso fueron llevados a una comisaría tras una visita policial, añadiendo un toque de aventura a su estadía. Estas experiencias muestran la dimensión humana de Armstrong, más allá de su fama y talento musical.

Sus últimos años estuvieron marcados por problemas de salud, incluyendo dos ataques al corazón. A pesar de ello, continuó tocando hasta poco antes de su muerte el 6 de julio de 1971, a causa de complicaciones cardíacas. Su funeral fue un evento multitudinario, que reflejó el impacto profundo que tuvo en la música y en el mundo. Sus grabaciones, escritos y pertenencias se encuentran en la City University of New York Queens College, pero su influencia en el jazz y en la música en general es innegable y continúa resonando en la actualidad.

Un Homenaje al Maestro del Jazz

La vida de Louis Armstrong es una historia de perseverancia, talento y superación. Su música, desde sus innovadoras improvisaciones hasta sus baladas conmovedoras, se ha grabado para siempre en la memoria colectiva. Su infancia difícil en Nueva Orleans, su ascenso al éxito en el mundo del jazz, sus giras internacionales y sus años finales, nos dejan una imagen completa de un artista complejo y fascinante. Desde sus inicios en los clubes de Nueva Orleans hasta su reconocimiento mundial, su historia es un ejemplo de cómo el talento, la pasión y la perseverancia pueden superar las adversidades. Su música continúa inspirando a músicos y aficionados a la música de todo el mundo. Su impacto en la cultura y la historia es innegable, y su nombre estará siempre asociado con la grandeza del jazz. La historia de Louis Armstrong es una prueba de que la música puede trascender las barreras y unir a las personas de todas las culturas y orígenes.

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